viernes, 24 de agosto de 2012

¡O Perra, mi perra!

"Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad,
fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos. Este elogio sería insignificante sobre cenizas humanas
"
Lord Byron.
Hoy, después de una casi semana de dolor, tomamos la dura decisión de sacrificar a la Negra, la mascota de la casa y miembro más de la familia. Un tumor mamario que tuvo por meses le comenzó a crecer con una rapidez que nadie habría imaginado, hasta que le impidió caminar, hacer sus necesidades y le quitó el apetito y la sed. Cuando ya notó que no podía mantenerse en sus patas traseras, tiritó durante horas y lloró conmigo.
 Al igual que en el caso de Ayudante de Santa, el perro de los Simpsons, mi perra tenía un nombre no oficial que sólo un miembro de la familia usaba: huesos en su caso, Perra en el propio. Ella era la sucesora espiritual de Perro, mi segundo perro y mi muy mejor amigo, allá por los tiempos en que iba en la básica. No me importaba que se estuviera quedando pelado, que fuera epiléptico y quiltro, para mi era el mejor perro de todos. Un día volví de mis vacaciones y me dijeron que se había perdido y nunca más llegó. Dos o un año después llegó la perra a nuestras vidas, chiquitita y llorona, recién destetada. Cresta... lo recuerdo todo. Once años que aún recuerdo... Recuerdo sus patitas blancas y su hociquito corto; ese día en que le cayó una banca en la pata por metiche; esa vez en que, ya grande, entró corriendo a la pieza y se me tiró a la cara mientras yo recién despertaba... hoy esos y más recuerdos se atropellaron en mi mente mientras veía sus ojos llorosos entrecerrarse y su pecho tensarse tras la última exhalación. Siempre creí que viviría los 15 años que dicen viven los perros, que llegaría a vieja en paz, descansando luego de pasar 11 años con la energía de un cachorro, recostada frente a mi y recibiendo mis caricias. Pensaba que su tumor anterior sería la última vez en que visitaría la sala de cirugías, que el tumor nuevo nunca haría metástasis, que sería mi compañera y receptora de cariño hasta que una mujer nos separe, como lo haría de mis amigos. Ahora descansa en mi patio, pero sin recibir más caricia que la del Gusano conquistador (nuestro soberano en la muerte, según Poe) y el abrazo de la tierra húmeda y la cal.
Hasta ahora solo he recordado lo bueno entre nosotros, y es justo recordar (en honor a su memoria) que no todo fue risas, alegría y escenas de película gringa. Muchas veces aullaba a las 5 de la mañana pidiendo salir a la calle, otras no paraba de llorar en toda la noche y se le acababa la cuerda recién cuando faltaba unas horas levantarme e a ir a clases; además, su miedo a los ruidos fuertes y de baja frecuencia la sacaban de sus cabales y rasguñaba la puerta o rompía las ventanas para esconderse en la casa. Claro, podía dejarla entrar, a cambio de que llene todo con su pelo (que siempre cambiaba) y muchas veces yo no tenía antialérgicos para parar el infierno que se armaba en mi nariz con su caspa. Como verán soy alérgico a los animales, pero no obstante me gustan y no puedo dejarlos de lado sólo por una irritación de mucosas. Habría estudiado veterinaria de no ser por mis notas... y porque no di la PSU ese año. En fin, la Perra no era un ejemplo de mamífero, pero su mala conducta (aunque casi inherente a todo los perros) me sirvió para mostrar, una vez más, una verdad que las películas suelen recordarnos: En ocasiones, cuando sus ladridos no paraban ni aunque le gritara, use violencia física contra ella. La pateaba, puñeteaba o agarraba a escobazos cada vez que sabía que los vecinos nos empapelaban a puteadas en sus casas por culpa de sus chillidos ultramolestos (ahora como extraño al menos un ladrido....). No hay duda de que la moraleja es una pregunta: ¿Quién es el verdadero animal en esos casos? Claro, ella hinchaba las pelotas como nadie, pero eran sus instintos contra mi violencia conciente. Por lo menos con el tiempo eso fue quedando atrás. Como ya se notaba su edad, quise que sus años dorados fueran de tranquilidad y relajo, tal como los imaginé alguna vez. Fue entonces cuando el tumor atacó con toda su fuerza y le drenó su apego a la vida. No podía verla postrada al suelo y mirándome a ratos a los ojos sin derramar una lágrima. Ahí recordé todo el mal que alguna vez le hice y ahora la perdería, sin tener la clara certeza de si me perdonó o no. Al menos un humano me daría la respuesta, pero ella nunca lo diría. Su mirada solo reflejaba el dolor que vivía y un grito ahogado de auxilio. Ese es mi karma por las cosas que hice.
 En lo demás llevó una buena vida, al menos en sus 11 años tuvo más logros que yo. Se perdió en año nuevo y (supongo) vivió alguna aventura de vuelta a casa; viajó de Coquimbo a Vallenar y viceversa; mató gatos y algunas veces se arrepintió por eso; se hizo conocida en todo el pasaje y hasta gente de afuera la conocía y le guardaba cierto cariño; desafió nuestra voluntad y dejó de ser virgen hace unos años, pero nunca pudo ser madre tras comerse a los pocos perritos que nacieron vivos. Creo que solo era uno. El resto quedó dentro suyo y pasó por primera vez a cirugía. Antes, cuando no era más que una perrita flaca, se enfermó del estómago y visitó a su primer veterinario.
 Con el Perro nunca pasó eso. A pesar de su epilepsia nunca lo llevamos a un veterinario, pero aún así se sobrepuso y se mantuvo con nosotros hasta ese oscuro día en que siguió a mi mamá al negocio y nunca más volvió. En cambio la perra era más delicada, y en su tierna infancia animal le prometimos darle la vida que nuestro perro nunca tuvo. Al menos se que no le fallamos.
 A cada línea que escribo más y más pensamientos pasan por mi afiebrada cabeza. Se que no sufrió, pero ¿habrá sentido que le ayudamos? ¿Tenía planes a futuro que nunca sabríamos? ¿Se habrá imaginado que su futuro sería el mismo que yo imaginé? Se que los perros no piensan como los humanos, que solo me hago una imagen antropomórfica de su psiquis, pero cuando a uno le pasa lo que hoy pasó la lógica pierde mucho sentido. Solo quedan las preguntas sobre cosas que nunca sabré, que moriré preguntándome. Lo único que espero es que sea lo que haya más allá de la muerte, sea un cielo, infierno o nada, me encuentre con ella otra vez.
 Es un horror saber que, cuando vuelva a tener trabajo (si algún considerado me contrata), nadie me recibirá ni tendré nadie con quien juguetear o un pelaje que acariciar para relajarme. Como dije, hasta extraño algún ladrido en el patio. Pero fue la última. No más animales. He perdido familiares y aún así la muerte de una mascota, de ese amigo que no habla pero que siempre te recibirá con alegría, sigue siendo un espectáculo lacrimoso. Habrá que compartir con los perros callejeros esos 10 kilos de comida que no alcanzó a terminar. No puedo verlos aquí; no quiero verlos aquí. Con solo ver su comida veo su cola bamboléandose... veo su plato sin tocar y a ella recostada al lado, tiritando por el frío que traía la sombra de la muerte...
¿Que nos lleva a tener perros, si ya no somos una sociedad cazadora? ¿Llenamos acaso el vacío de haber vivido 4000 años con un compañero de cacería al que nunca supimos darle las gracias? Nunca lo sabré, pero solo se que ya no quiero otro perro. Para un niño (y diría que hasta para un hombre) un perro es un amigo y su recuerdo nunca será reemplazado al comprar o al recibir otro. Prefiero que quede como el compañero animal más longevo que haya tenido, y con quien comparto los mejores y más frescos recuerdos. Con ella aprendí, indirectamente, lo rápido que pasa la vida y lo corta que es, la delgada línea que separa al hombre del animal y como el perro nunca perderá su lealtad sin importar lo pencaa que sea su amo. Como extrañaré tener a quien sacar a pasear a la quebrada o a la playa, y como lamentaré no haberlo vuelto a hacer mientras había tiempo. Al menos la muerte también deja su lección.
 Al cerrar estas líneas no puedo dejar de agradecer a aquellos amigos que, sin saber, supieron de todo esto mientras aún ocurría y mostraron su empatía, además de dar su ayuda. Mi perra, como buena amiga de la gente del pasaje, les habría agradecido de poder usar palabras. Y de poder usarlas me habría dicho si me perdonó... ¿lo hiciste?

miércoles, 22 de agosto de 2012

Wojciech Kilar & Janusz Olejniczak- The Pianist (2002)


 ¡Segunda semana con día lluvioso! Afuera el día se vuelve azul y el aire sigue helado, igual que dentro de la casa. Mi hermana hace sopaipillas pasadas pero aún no huelo nada... quizá se arrepintió... dah, resfriado ¿que olor voy a sentir? Como no hay mucho que hacer y no prendo el pc temprano, pasé la tarde viendo películas, tratando de paliar un poco la pena por el dolor que siente mi perra, y justo me topé con una que sin duda pasará a formar parte del cine clásico a futuro... obviamente ya saben de cual hablo.
 Hace 10 años, Roman Polanski plasmó Death of a City, las memorias del pianista Wladyslaw Szpilman, en la película El Pianista, con Adrien Brody protagonizando al músico. Recuerdo que cuando la vi yo ya estaba interesado en el tema de la Segunda guerra mundial, leyendo y viendo todo lo que hiciera referencia a la guerra más cruel del siglo pasado. Entre tanto no podía evitar leer sobre el Holocausto, la muerte de aproximadamente 6 millones de judíos en los campos de exterminio esparcidos por la Europa nazi. También recuerdo que mi primer encuentro con el tema fue cuando allá por el 98 ví La Vida es Bella de Roberto Benigni (según Wikipedia salió el 97-98, así que me sorprende la velocidad con que las daban acá en la tele... bueno, eran otros tiempos [no tan lejanos, si uno piensa] (igual lejanos po')) y lloré como quien quema el boleto ganador del Kino. Claro que entonces lo triste era ver a Guido haciendo feliz a su hijo hasta el final de su vida, en medio del horror de un campo de concentración. Viejo, que manera de cagarme esa película. Pero con los años fui aprendiendo sobre las prácticas de los nazis en sus prisioneros, convirtiendo lo que para mi eran "cárceles para gente que no hizo nada" en lo que esa misma gente pensaba era el "Seol", el Infierno. Torturas, sobreexplotación, negligencia, experimentación biológica, falta completa de trato humanitario... se me hacía dificil creer que hombres con uniformes tan bacanes (siempre digo que de haber sido competencia de moda, los nazis habrían ganado la guerra gracias a Hugo Boss) pudieran hacer tanto daño sin motivo más que el de la paranoia y, una de las armas más peligrosas, los dogmas. Pero el resultado del Experimento de Milgram nos demostró que el hombre siempre hará uso de tortura y violencia si una figura de autoridad lo obliga. Entonces ya sabemos que lo que la historia nos ha dejado es de nunca acabar, porque está dentro del "genoma" (figurativo, obvio) de nuestras mentes. Jung le tiene un nombre.

 La historia de El Pianista [Alerta de SPOILERS!] comienza en el mismo día en que Alemania bombardeó y capturó Varsovia dentro del marco de la Blietzkrieg. Szpilman tocaba el conocido Nocturno en Do Menor de Frederic Chopin cuando se comenzaron a oir las bombas desde Radio Varsovia, y es en ese momento en que toda la vida en Polonia (y a la larga en Europa) cae en un caos del que no saldría en 50 años, porque siendo empáticos con los sueños de libertad de la gente en la postguerra, la guerra no terminó cuando Alemania firmó el armisticio (o cuando Hitler escapó a Sudamérica, según otros). La guerra seguía ahí, en cada parte en que una diferencia política separaba al pueblo o una potencia consideraba a un país como una torta y quería tomar su parte. Como judío, Wladek y su familia fueron confinados al infame Gueto de Varsovia, donde tuvieron que vivir (o sobrevivir) en medio de la pobreza, el aislamiento, la falta de higiene y las condiciones deplorables que los nazis crearon para ellos, todo con el fin de deshumanizarlos y hacer que su exterminio sea más fácil. Ese principio de deshumanización explica la facilidad de ciertos soldados para matar a sus contrarios, a quienes se les instruye que el enemigo es un "chino", un "germano" o un "turco" o "cabeza de trapo", pero nunca que detrás hay un padre, un hijo o madres.
Mientras la película avanza, Wladek pierde a su familia cuando son trasladados al campo de Treblinka y un conocido de la Policía Judía lo salva. Entonces comienza la tragedia personal, donde él, abandonado en medio de un guetto destrozado, donde muchos de sus conocidos están muertos y no le queda más que servir a los nazis dentro del guetto.Con el tiempo logra escapar y permanece oculto en dos refugios gracias a antiguos conocidos y miembros de la resistencia polaca, y es dentro de su primer escondite en que presencia como, tras 5 años de aguantar el dolor de ver sus derechos fundamentales vulnerados, los judíos del gueto inician el Alzamiento del Gueto de Varsovia, un levantamiento armado que, aunque heróico, terminó con la muerte de 7000 judíos.
Despues de esconderse de los nazis y sobrevivir a la ictericia, Szpilman termina viviendo dentro de la guerra, escapando de los contraataques alemanes a la resistencia y se da de tope con la vida fuera de sus refugios. Esa escena es como una cachetada. Wladek escapa de los nazis que queman el hospital en que se esconde saltando un muro, cae, se rompe una pierna y descubre que está solo en medio de una Varsovia reducida a sus mismos cimientos. Ahora es el contra los nazis, el hambre y el futuro incierto. Es ahí donde aparece otra escena notable; mientras intenta abrir una lata oye el segundo movimiento de la Sonata 14 de Beethoven (que para nosotros suena como música incidental) y se encuentra con Wilm Hosenfeld, un oficial nazi, que "perdona" su vida al mostrarle Wladek sus dotes para el piano, interpretando la Grand Polonaise Brillante. Dos íconos patrióticos de Alemania y Polonia, respectivamente, frente a frente.
 Frederic Chopin, como polaco destacable, juega un papel fundamental en la película a través de su música. Aún cuando fue compositor de mazurcas, estudios, scherzos, baladas, valses y muchos estilos más, los nocturnos son sus obras más conocidas y en el contexto de la película reflejan el dolor y la tristeza del pueblo polaco al ser despojado de su tierra. Polonia ha tenido una historia llena de violencia y opresión desde que se convirtió en nación, así que la nostalgia de los nocturnos se convierten en una versión musicalizada perfecta de su sentimiento histórico. Los nocturnos suenan lentos, como el que abre la película, pero al alcanzar más cuerpo se convierten en piezas violentas, que solo gente con sangre apasionada puede interpretar como se debe. Quien mejor que los polacos po.

En fin, tratar de describir como calza cada movimiento en las escenas da para rato y es muy arbitrario, así que mejor lo dejo hasta aquí PERO ANTES... datos de interés:
¿Han notado que en el gueto andaba una señora muy bien vestida preguntando por Izaak Szerman? Según leí por ahí (ahora veo que está en todas partes), la autobiografía explicaba que Szerman, el esposo de la doña, había muerto en la horca y ella lo vio, pero con el tiempo se volvió loca y pensó que solo andaba perdido, vestido igual que el dia de su muerte.
Otra cosa más. ¿Recuerdan que cuando Wilm Hosenfeld escapa de la casa-cuartel porque vienen los rusos le pregunta a Wladek su nombre y este responde "Wladyslaw Szpilman", Hosenfeld dice "buen nombre para un pianista"? Según mi escaso alemán (y según corroboré luego en internet) es porque Szpilman (apellido polaco) es muy similar a Spielmann (apellido alemán), que significa "juglar" o más rústicamente "hombre que toca un instrumento".

Ahora que lo saben, habrá que bajar la música, creo. ¡Ah! A todo esto, Wojciech Kilar es el compositor del tema original que sirve como motif para la vida en el gueto y el dolor de la vida en tiempos de guerra, y Janusz Olejniczak (como sufro escribiendo ese nombre...) es quien interpreta las obras de Chopin para la película. Listo.



Y al final la película no me quitó la pena por mi perra...

lunes, 6 de agosto de 2012

Snog- (1992) Lies, Inc. / (1994) Dear Valued Customer

Mientras estuve lejos de internet y su influencia maléfica pasé un día a acompañar a mis papases a una comida con gente que conocían (y que obviamente yo no), con la esperanza de establecer algún contacto laboral; en resumen, fui a hacer presencia, explicar lo que hago (o debería hacer) y ver si podía aplicar el viejo arte del pituto, el mismo que le da trabajo a la mayoría de los chilenos. Todo iba bien mientras comíamos, hasta que empezó, por fin, a salir el tema del trabajo y me di cuenta de que me había metido en territorio equivocado. Equivocado para mis fines, al menos. La conversación con el anfitrión habrá durado unas 2 horas, llenas de cuestionamientos a mi carrera y a mis posteriores objetivos. Obviamente no hice oído sordo a nada, al fin y al cabo la traducción debe ser el  trabajo menos comprendido y más desconocido de Chile y por que no, de muchos otros países latinoamericanos. Todos (incluso él) creen que los libros que leen (que nunca vienen de paises hispanoparlantes) son traducidos por computadores que tendrán algún chip de estilo literario y alto manejo de jergas, argots y demases. Eso o por gente de alguna empresa que dice "si, cacho algo de inglés, tire pa'cá nomá", lo que no es más cercano a la realidad.
Mientras conversabamos salieron muchos temas que me hicieron pensar y cuestionar, como dije, mi título y mi futuro de continuar con la pedagogía. ¿Todo por qué? Por el tema que dominó la conversación: el dinero. El tipo no está fijo en ningún lugar, pero siempre gana sus buenos palos y le gusta mostrarle a sus conocidos que darse la buena vida no es malo, que ahí se encuentra la verdadera solución a cada problema, pero ¿saben qué? A estas alturas tiene toda la razón. Por eso, según él, yo tendría poco futuro monetario sólo con mi título y que ser profesor tampoco era algo que me ayudaría a mantener una familia que inminentemente llegaría. Todo eso tiene su base de realidad, pero lo que me hizo pensar fue en que pasaría si aquel consejo fuera la regla que moviera las elecciones estudiantiles de todos. Obviamente habría mucha gente con ambiciones de llegar alto, que lograrían buenas notas y llegarían a ser médicos, abogados e ingenieros de toda calaña. Hasta ahí todo bien, total no hay drama con que la gente tenga algo de ambición, pues eso nos motiva a seguir avanzando (aún cuando nuestro afán por seguir creciendo como persona en todo sentido debiera ser ese motor [claaaro, algo suuuper aplicable]), pero la demanda de esos profesionales ya no sería la misma y además ¿donde estarán los profesores? ¿que habrá pasado con la gente esforzada que cultivaba nuestra comida? ¿Que será de quienes nos vendían lo que necesitabamos, de los burócratas que nos entregaban los documentos y los técnicos que nos sacaban de apuros? ¿Que será de gente como yo y muchos más, carentes de talento o que nunca fue de muy buenas notas y debía seguir una carrera acorde a sus habilidades? Pero sobre todo ¿qué pasará con los artistas? Sólo imaginen un mundo sin música, pero lleno de ejecutivos de disqueras intentando meter ritmos sin alma en las radios con "músicos" con cuna de oro, que nunca se preocuparían de poner una gota de sangre en sus trabajos pues sólo esperan el momento de ver sus nombres en los más vendidos. Sin esos sueños, por muy mal encaminados que se vean o sean, solo nos dedicaríamos a llevar "vidas" de robots, trabajando, comprando y jamás realizarnos. Porque darle una vida llena de lujos a tu familia no lo es todo. Ser un niño y tener todos los juguetes existentes no te oculta el hecho de que rara vez verás a tus padres porque se parten el lomo trabajando para comprar cosas que, muchas veces, son superfluas, pero para sus mentalidades de adultos convertidos son comida chatarra para el alma. Rica pero que nunca los alimentará de verdad.

Después de esa conversación y tales pensamientos cualquier persona tan débil como yo habría tenido un derrumbe emocional, pero gracias a Santa Internet ya conocía a David Thrussell, que me había fortalecido un poco mostrando las realidades tristes de la vida postmoderna. Thrussell es un músico australiano que a mi juicio no ha recibido la merecida atención, pero sobre todo es el único artista tecno que la merece. Olvidense de ese weas de Skrillex, ESTO es música... bueno, en realidad no se mucho de tecno, de hecho conozco algo de electrónica (diferente al tecno, que es netamente bailable) por Kraftwerk y Tangerine Dream, pero para mí Thrussell, con su banda Snog, fue el primer acercamiento verdadero a esta música; no tanto por los beats y el ritmo, sino por las letras. Es primera vez que escucho música tecno con contenido, no una voz repitiendo "Paradoxdoxdox" ni una voz preguntando si estoy listo. De hecho muchos consideran a Snog una banda industrial, pero al menos en estos dos trabajos falta más ruido para etiquetarlos así. O sea, Throbbing Gristle y Coil son industriales y se les nota el toque noise, en cambio Snog es música tecno, con ritmos hechos para la pista de baile pero letras hechas para el cerebro.
Ya, llevo varias líneas diciendo que las leeetras y blablablá, pero sin decir nada claro. El toque que salva a Snog es que sus letras están cargadas de mensaje sociales pero no del tipo "cambiemos la sociedad con flores" ni "todo lo que necesitas es amor"; lo suyo es un comentario agresivo y directo sobre cómo nos dejamos caer en lo más profundo del capitalismo, directo a las ciénagas del consumismo y sobre cómo dejamos de ser individuos para pasar a ser mano de obra, números, consumidores y votos. Obviamente hay más temas, pero la mayoría de ellos son tanto o más deprimentes, debido a que David tiene ciertas tendencias marxistas y le apasiona el tema de la enajenación. Mmm, ahora veo por qué me gustó tanto su música.
 Con un título posiblemente tomado de Philip K. Dick y su visión distópica, Lies, Inc., nos presenta un tecno que para estas alturas puede sonar un poco lento, quizá añejo y a ratos ni tan tecno, pero para los que lo escuchamos por el contenido y no por bailar un rato no hay problema. El primer single fue "Corporate Slave", un himno que se convirtió en el tema obligatorio de sus presentaciones,y toma samples de Network, una película cuyo mensaje sobre quien en verdad gobierna EEUU (y por extensión el resto de los países) sigue válido, solo hay que cambiar los nombres de algunas empresas y listo (veanla y entenderán). Hablando de samples, estos cumplen con su función de encajar ad-hoc con el tema, como las voces de Robocop en Make My Day (acerca de la brutalidad policial), la línea "Man has given a false importance to death..." de la obra Marat/Sade, los gritos de ayuda en el mismo Corporate Slave, tomados del disco de Timothy Leary que algún día subiré, o la voz del conductor de un programa de TV llamado "Supermarket Sweep", el epítome televisivo de la cultura del "comprar hasta caer muerto" ("shop till you drop" en inglés) en "Supermarket Dream". En lo musical, el estilo varía entre el tecno bailable que podemos encontrar en Born to Be Mild (canción dirigida a los hijitos de papá consumistas y con falsos ideales humanitarios) hasta el electrónico atmosférico de Somatime, que sirvió como caldo de cultivo para Black Lung, el proyecto solista de Dave Thrussell.
Ahora demos un salto a 2 años en el futuro.Aquí en Chile viene la gira Monsters of Rock, Frei llega a la presidencia y la pasa viajando, viene Yes y soy muy chico para saber quien cresta son. En noticias internacionales, en EEUU muere Richard Nixon y nadie lo extraña, y Dave ya tiene su banda establecida tocando en varios clubes australianos. Su mensaje de "critica la sociedad y baila" agarra a unos cuantos adeptos, pero su mente inquieta y quizá un poco perturbada decide que es hora de sacar otro disco. Uno más agresivo. Así aparece Dear Valued Customer, un album más bailable, libre de experimentaciones con atmósferas y con más crítica... aunque más que crítica yo lo llamaría un ataque verbal directo al mundo de la publicidad; el deísmo (sobre todo el cristianismo); los Estados Unidos, la Doctrina Monroe (no tan muerta como se esperaría), su política expansionista y agresiva, el Pentágono; la falta de individualidad dentro de la sociedad y a los grupos neonazis australianos. Ah, tambien a los Illuminatis. Ese punto hay que destacarlo, porque Thrussell es defensor de gran parte de las teorías conspiratorias, como la influencia de la masonería en las altas esferas de poder, los ya mencionados illuminatis, el ocultamiento de información sobre vida extraterrestre inteligente, los gobiernos infundiendo miedo en la población para ejercer mayor control, y la operación de bandera falsa del 11-S. De hecho llegué a Snog hace unos años en mis tiempos de "conspiranoico", cuando buscando gente que cantara sobre lo que nadie canta encontré a Snog. Por supuesto ahora no creo mucho de lo que entonces leía, pero si hay ciertos puntos que comparto con el como la bandera falsa del 11-S y lo de la masonería.
Como decía, las letras volvieron más duras que antes, pero la música no se quedó atrás y ahora los beats si que golpean como puños en el cerebro y los tímpanos. También bajó el número de samples vocales, pero hasa donde sé hay canciones que fueron sampleadas, así que si alguien es tan amable de decirme cuales le agradecería.
Para concluir, si tuviera que recomendar una canción sería Cliché, que sigue mucho la visión deprimente, decadente y desesperanzada de Thrussell sobre la condición humana. Pero eso es lo que nos gusta de su música, ¿no?
Pensándolo bien, recomiendo el disco entero, incluso más que el Lies, Inc., que ante el DVC queda un poco chico. Aun así denle una escuchada a ambos.
¡Ah! antes de irme, una anécdota weona. Desde que conocí Snog pasé meses (quizá un año), buscando un disco, el que fuera,  hasta que un día después que perdí las esperanzas me topé con el Lies Inc. en un blog "nuevo" (QEPD). Obviamente eso me obligó a seguir buscando más, pero ya era imposible. Había recorrido toda la red y nunca encontré nada, así que ripeé el audio de Grooveshark, me armé como 2 discos más y los grabé. Cuando ya tenía casi toda la discografía completa encontré de cueazo un blog en que estaban los primeros discos (los más dificiles de encontrar) y la fecha era del año pasado, talvez unos cuantos meses después que terminé de ripear el penúltimo disco. Soy un pelmazo, pero al menos los armé con paciencia y dedicación (aunque puede que el otro tipo tenga los originales y los subió, lo que me sumaría +50 puntos de envidia).

1992 - Lies, Inc.




1994 - Dear Valued Customer